jueves, 4 de noviembre de 2010


Vargas Llosa: «El nacionalismo es una plaga que ha llenado de sangre la historia»

El flamante Premio Nobel de Literatura 2010 visita España para presentar su nueva novela, «El sueño del celta»
Día 04/11/2010 

Mario Vargas Llosa, en su primera visita a España tras ser galardonado con el Nobel de Literatura
llegó rodeado de cifras estratoféricas: más de medio millón de ejemplares de lanzamiento de “El sueño del celta” (Alfaguara), su esperada novela, inspirada en la vida de Roger Casement (defensor de las tribus del Congo y de la Amazonia y más tarde converso al nacionalismo irlandés), de los cuales doscientos cincuenta mil se editan en español. Una mesnada de cámaras, fotógrafos y rescatadores de la actualidad aguardábamos a Mario en su primera visita a España tras el gozo del premio Nobel. Mario Vargas Llosa cautivó con su maravillo discurso. Otra no menos atronadora ovación cerraba sus palabras.

Desde las 6 horas 46 minutos de la madrugada del pasado 7 de octubre en Nueva York, Mario Vargas Llosa duerme dos, tres horas, no más, durante el día. En ese momento, a Patricia, su esposa, y a Mario Vargas Llosa les despertó del sueño el teléfono en su apartamento de la Gran Manzana. Llamaban desde Suecia, más concretamente desde la Academia, y al otro lado estaba el Secretario. Patricia le pasó el teléfono a Mario, en principio aterrado porque “a esas horas habitualmente te despiertan para darte malas noticias, pero me comunicaron que en catorce minutos se iba a anunciar mi nombre como premio Nobel, y en un principio pensé que se podría tratar de una broma”. Mario no estaba soñando con el premio. El sueño de Mario era el celta, su novela que iba a aparecer en todo el mundo el 3 de noviembre, como así ha sido hoy.

“El premio Nobel ha sido una sorpresa muy agradable, jamás pensé que mo la darían. Da la impresión -ironizaba ayer Vargas Llosa en su multitudinaria presentación en tierra hispana, después de la grata noticia Nobel- de que mucha gente cree que el premio Nobel es muy importante, y el acoso no tiene límites”.

El mundo se paralizó a los pies de Vargas Llosa esa madrugada neoyorquina del 7 de octubre. En los veinte minutos que sucedieron a la confirmación oficial de la noticia, su apartamento quedó desbordado. “Se llenó de camarógrafos escandinavos, de periodistas taliandeses, suecos, y yo me preguntaba: ¿Cómo habrán descubierto mi dirección o mi teléfono, que habitualmente no lo saben más de cinco o seis personas. Desde entonces, apenas duermo, mis horarios de trabajo han volado por los aires. Pero me tranquiliza que esto sea transitorio. Espero volver a mi vida normal. Siento un desequilibrio en el que no me siento cómodo. Este no es el género de vida que me gusta”. Mario confiesa que nunca “estuvo entre mis aspiraciones literarias ganar el premio Nobel. Mis aspiraciones consistían en escribir buenas novelas, buenos libros. Mi sueño era escribir novelas como las que yo leía y que me conmovían, me emocionaban y me enriquecían como escritor”.

Como “El sueño del celta” (Alfaguara) (hoy se han distribuido 500.000 ejemplares en todo el mundo, de ellos 250.000 en el mercado en español), novela que como todas las del maestro nos conmueve desde la primera a la última línea. En ella, se muestra la evolución de un “héroe”, defensor de tribus maltratadas en el Congo y la Amazonia, hacia un nacionalismo radical. Ayer tuvimos la oportunidad de entrevistar a Mario Vargas Llosa nada más pisar suelo español, gracias a la deferencia de la editorial Alfaguara. De la entrevista completa con el flamante Nobel hispano-peruano, que publicamos mañana en ABC, rescatamos ahora estas dos preguntas por su actualidad y por su importancia.

-¿El nacionalismo excluyente puede llevar al terrorismo?
-Sí, desde luego. Muchos de los movimientos terroristas son una deriva -radical, extremista del nacionalismo-; no quiero decir que todos los nacionalismos sean terroristas, sería muy injusto. Hay movimientos nacionalistas que procuran, digamos, actuar dentro de la legalidad, del orden, pero yo creo que la ideología nacionalista si tú escarbas y llegas a sus raíces es una ideología excluyente, es una ideología contra el otro, y es una ideología que puede desembocar fácilmente en violencia. Por eso es por lo que yo creo que hay que combatir el nacionalismo. Creo que el nacionalismo es el origen de las peores matanzas que ha vivido el siglo XX. De hecho, las dos guerras mundiales, que fueron una carnicería vertiginosa, tuvieron como fuente, como razón de ser, el nacionalismo. Y creíamos que con esa experiencia el nacionalismo se habría superado, sin embargo, no sólo no se ha superado sino que tiene un rebrote muy fuerte en nuestro tiempo. Sin ir muy lejos, España, un caso realmente feliz, una transición que el mundo entero admiró, vive el problema de los nacionalismos periféricos como un problema muy grave, y que es una constante amenaza a la convivencia, a la legalidad, y el fenómeno terrorista español que se llama ETA pues es un producto del nacionalismo exacerbado, ¿no es cierto?

-¿Cómo es la evolución Roger Casement, protagonista de “El sueño del celta”?

-Él vive esa primera etapa del nacionalismo en la que el nacionalismo tiene una valencia positiva, que es la lucha por la emancipación, contra la servidumbre, contra la ocupación, contra el colonialismo. En esa etapa, pues el nacionalismo sí es una lucha por la justicia, pero muy rápidamente deriva hacia la violencia, y el propio Roger Casement fue víctima, incluso, de esa deriva porque llegó a justificar la violencia extremista, de tal manera que yo creo que el nacionalismo debe ser combatido, haciendo esa salvedad de que, digamos, de ninguna manera se justifica el colonialismo, el imperialismo, que deben ser combatidos de una manera muy enérgica, como una fuente terrible de injusticia, pero que saltar de allí al nacionalismo extremista es como saltar de la sartén al fuego. El nacionalismo es una plaga que ha llenado de sangre la Historia, y al que hay que combatir".

“El sueño del celta” es, pues, una novela, no un libro de historia porque Mario confiesa que “sólo digo mentiras cuando escribo novelas. En lo básico no he sido infiel: he inventado personajes y a personajes históricos les he dado un trato de personajes inventados”.

Petróleo literario

Una de las grandes obras literarias que conmovieron y emocinaron a Mario Vargas Llosa fue “El corazón de las tinieblas”, de Joseph Conrad, un relato que estremece sobre cómo el ser humano civilizado puede convertirse en un salvaje criminal. Leyendo una biografía sobre Conrad, Vargas Llosa halló petróleo, una figura fascinante, Roger Casement (1864-1916), un diplomático británico nacido en el Ulster, defensor de las tribus maltratadas por el colonialismo en el Congo y en la Amazonia, luego converso al nacionalismo irlandés y conspirador con Alemania en la Primera Guerra Mundial para apoyar la independencia de Irlanda. De la vida y pasión de Roger Casement está poblado “El sueño del celta”: “Una de las enseñanzas de lo que significó la vida de Roger Casement es que cuando desaparece toda legalidad y se restablece la ley del más fuerte, inmediatamente brota la barbarie, el salvajismo”. Roger Casament creció deslumbrado por el ejemplo de exploradores ingleses, que eran iconos de su tiempo. Él se fue a África, a la edad de 20 años, convencido de que Europa llevaba allí la modernidad, la verdadera religión “y lo que se encontró allí -relata Mario Vargas Llosa- fue el imperialismo, el colonialismo. Lo que vio le horrorizó y le obligó a revisar todo aquello en lo que había creído”.

El colonialismo como un mundo sin ley en donde lo que organizaba la vida era la codicia, el afán de lucro, ante lo que Casement inició una campaña para abrir los ojos de lo que allí ocurría. Esta presión hizo que Leopoldo II, dueño del Congo, cediera ese inmenso territorio (una tres cuartas partes de Europa) a Bélgica. Casement viajó a la Amazonia y se encontró con las mismas torturas para los pueblos indígenas. Lo documentó todo y creó unos informes, que son las acusación más importante contra los estragos del colonialismo, una destrucción de la que los descendientes de las víctimas aún no han podido recuperarse”.

¿Qué sedujo a Vargas Llosa de Casement? La complejidad del personaje, aparte de su labor humanitaria: “Es un héroe coherente en su conducta cívica inicial, y un ser humano falible, con debilidades; ambos aspectos me dieron la oportunidad de construir una novela a partir de lo (poco) que se conoce de su biografía”.

Lo que sí conoce muy bien Vargas Llosa es el mundo que le rodea, y así abordó aspectos de palpitante actualidad, en la multitudinaria rueda de Prensa:

OBAMA: "No creo que la democracia esté en peligro y los resultados electorales son menos dramáticos de lo que se esperaba"

ARGENTINA: "El mal de ese querido país  tiene un nombre: peronismo, que es igual a populismo"

BRASIL: "Espero que la nueva presidenta sea menos complaciente con las dictaduras que Lula"

IBEROAMÉRICA: “Se ha producido un gran progreso, ya que existen gobierrnos democráticos de derecha y de izquierda. No obstante, hay gobiernos no democráticos como el de Cuba, gobiernos que van hacia una dictadura como Venezuela y gobiernos que tienen un origen democrático, pero que el populismo y cierta vocación autoritaria los empujan hacia el autoritarismo, como Nicaragua y Bolivia".

PIRATERÍA: "Por cada libro mío se venden siete piratas. Cualquier Gobierno puede acabar con ella en horas, pero no hay conciencia de que la piratería es algo malo"

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