martes, 26 de octubre de 2010


Aquella cosa llamada fidelidad



El cine y Mario Vargas Llosa
EL ESCRITOR PERUANO SIEMPRE HA SIDO FANÁTICO DELPTIMO ARTE. EL PARECIDO ENTRE SUS LIBROS Y LAS CINTAS QUE LOS ADAPTAN NUNCA HA SIDO UN TEMA PARA ÉL
Por: Rodrigo Bedoya Forno
Sábado 9 de Octubre del 2010

La relación entre Mario Vargas Llosa y el cine es la del escritor del cual se han adaptado algunas de sus novelas (“La ciudad y los perros”, “Pantaleón y las visitadoras”, “La tía Julia y el escribidor”, “La fiesta del Chivo”) y la del espectador que siempre ha confesado un amor inmenso por el cine.

Esta es quizá la faceta menos conocida del escritor: el Vargas Llosa espectador. En una entrevista que le hizo el crítico Ricardo Bedoya, Vargas Llosa habla de su afición por los westerns y por las películas policiales, a pesar de que afirma que nunca leería un western y que no es lector de novelas policiales. En la misma entrevista deja en claro cómo es su relación con el cine: “Si un libro es malo, generalmente no lo puedo leer.Si una película es mala, me puede entretener, me puede divertir y, siempre que no sea pretenciosa, me hace pasar un buen rato. Una mala novela me irrita, me exaspera, y de hecho no la termino nunca. Mi actitud hacia el cine es mucho menos severa, menos rigurosa; el cine me sirve sobre todo porque me limpia, me hace vivir una ensoñación”.

EL ESCRITOR INFIEL

Que las obras de Mario Vargas Llosa se adapten al cine es algo para celebrar. Y más aun teniendo en cuenta que las mejores adaptaciones del autor son cintas peruanas. Tanto “La ciudad y los perros” (1985, cuyo director reconoce como una de sus mejores películas) como “Pantaleón y las visitadoras” (1999) fueron llevadas al cine por Francisco Lombardi de forma lograda, sobre todo la primera.

Aunque, claro, los estilos de Lombardi y de Vargas Llosa no necesariamente son parecidos. Eso es notorio en “Pantaleón y las visitadoras”: una novela desopilante, con momentos de humor casi desenfrenados, fue transformada por el director en una historia mucho más dramática y seca, con los recordados desnudos de Angie Cepeda que calentaban una cinta en que el humor aparecía en dosis más pequeñas.

Lombardi, de esta manera, hizo suya la novela de Vargas Llosa. Este último lo consideró totalmente legítimo. En la entrevista con Bedoya, lo señala: “El cine es otro lenguaje y el cineasta debe tener la misma libertad que tiene el escritor cuando escribe. La fidelidad no es algo que me preocupe, pero sí espero que sea una buena película la que se hace”. El eterno (y algo absurdo) debate sobre la fidelidad entre el libro y la película quedó fácilmente sellado.

Otro cineasta peruano que adaptó una de sus novelas fue Luis Llosa, quien en el 2006 estrenó “La fiesta del Chivo”, coproducción entre República Dominicana, España e Inglaterra. La relación de Llosa con su tío Mario (ese es el lazo que los une) data, sin embargo, de mucho antes, cuando el cineasta realizó un cortometraje adaptado del cuento “Día domingo”, que aparece en “Los jefes”. Si entre Lombardi y Vargas Llosa la fidelidad quedó fuera de la discusión, lo que lastraba justamente la película de Llosa era su necesidad de transponer los fragmentos del libro al cine. Aunque un momento sobresalía notablemente: la violación que sufre la joven Urania (interpretada en la edad adulta por Isabella Rossellini) por parte del dictador Rafael Trujillo.

Hollywood se acercó una vez al trabajo del escritor: “Tune in Tomorrow” (1990) es una película que adapta “La tía Julia y el escribidor”. La acción pasa de Lima a la Nueva Orleans de la década del 50. Keanu Reeves, Barbara Hershey y Peter Falk estelarizaron una película en la que el mismo Vargas Llosa colaboró con el guion. El resultado: una cinta que no convenció a nadie.

México también tiene una adaptación. En los años 70 se hizo “Los cachorros”, dirigida por Jorge Fons (que después dirigiría algunas películas notables como “Rojo amanecer” y “El callejón de los milagros”), y protagonizada por José Alonso y Helena Rojo. El escritor ha señalado que no quedó conforme con el resultado.

Y, claro, no podemos dejar de señalar el paso de Vargas Llosa por la dirección, al adaptar “Pantaleón y las visitadoras” en 1975 junto con José María Gutiérrez Santos. El mismo escritor consideró catastrófica la experiencia.

Y el Internet Movie Data Base  consigna una adaptación soviética de “La ciudad y los perros”, llamada “Yaguar”, hecha en 1986 por el chileno Sebastián Alarcón. El lenguaje de nuestro Nobel llega hasta a las cinematografías menos pensadas.

1 comentario:

  1. Hola, Donde puedo conseguir Pantaleón y las visitadoras 1975 la original filmada en Republica Dominicana. Gracias, -Dan

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